Actualmente nos vemos enfrascados en una situación delicada, que parece acrecentar la preocupación en lugar de hacerla descender. La pandemia provocada por el COVID 19 ha puesto en jaque a todo el sistema social y al modo de vida que solíamos llevar. No es extraño ver que los países y las personas, busquen alternativas que hagan de ésta crisis algo más llevadero, finalmente como en otras pandemias anteriores, el ser humano ha buscado formas de defenderse de lo que atenta contra su seguridad y su salud, al tiempo que se adapta a sus – temporales – condiciones de vida.
La gran ventaja del siglo XXI
Afortunadamente, nosotros contamos con un factor diferenciador ante las personas de antiguas eras que, de igual forma, enfrentaron pandemias, incluso más peligrosas que la provocada por el COVID 19.
La tecnología, es nuestra arma predilecta contra la pandemia; vivir en un mundo interconectado ha hecho posible mantener la comunicación; prácticas como el Home-office, han permitido –aunque con cierta dificultad– ofrecer a las personas la oportunidad de seguir trabajando; los instrumentos y técnicas de última tecnología han logrado, en diversos ámbitos, no solo protegernos del virus, sino incluso enseñarnos nuevas formas de realizar distintas actividades.
En Asia, por ejemplo, se han utilizado drones, vehículos no tripulados, apps y la big- data como instrumentos tecnológicos para la prevención de contagios o el reporte de los mismos. No solo sirve para monitorear a la población, sino que también, permite que los ciudadanos lleven a cabo ciertas necesidades de manera segura.
En el mismo continente, pero siendo Rusia el protagonista, recientemente, gracias a los avances de la tecnología médica, se ha logrado desarrollar una cura, ya probada, contra el virus, que se halla en proceso de comercializarse.
En el sector educativo y empresarial, tecnologías como la realidad virtual, aumentada o mixta y los sistemas de gestión del aprendizaje han permitido el desarrollo de nuevas metodologías de aprendizaje y de trabajo.
Tampoco nos olvidamos de él que es quizá, el sector más importante, el de la salud…Te hemos mencionado a Rusia, quien lleva la ventaja en el desarrollo de la cura, pero igualmente, países como China y Corea del Sur, están trabajando en investigaciones sobre el virus, sin mencionar todas las tecnologías que funcionan como medidas de prevención y sanitización; desde el más simple cubre bocas, hasta servicios para desinfectar cualquier sitio.
La lucha contra el COVID 19 sigue en progreso, y aunque siga pareciendo lejano su fin, la tecnología es nuestra llave de salida a la puerta de la normalidad.
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