Para restringir el acceso de ciertas personas de una manera selectiva se suele recurrir a instalar controles de acceso biométrico, estos utilizan un sistema de identificación basada en cualidades biológicas de las personas, pueden centrarse en huellas dactilares, la retina o rasgos faciales.
El control de acceso biométrico se puede instalar en diversos lugares, desde hogares hasta comercios, oficias, hospitales, bancos, edificios públicos, etc.
Utilizar controles de acceso biométrico en las empresas funciona para gestionar los horarios laborales de los empleados, con esto se puede controlar su asistencia y saber a qué espacios de la empresa ingresan.
Las ventajas del control de acceso biométrico se pueden combinar con otros sistemas de seguridad para crear una mayor seguridad, como teclados digitales, lectores de proximidad, videos porteros, y cualquier sistema que requiera la empresa.
Sin embargo, el control de acceso más popular es por medio de la huella dactilar, debido a su precisión y por ser sencillo, eficaz y económico, no se requieren de otros dispositivos adicionales para ingresar a un espacio, como llaves, tarjetas, interruptores, etc.
El uso principal que suele tener el lector biométrico de huellas dactilares en una empresa es para llevar el control de las entradas y salidas del personal.
La fiabilidad que brinda el control de acceso por medio de la huella dactilar es porque puede registrar diferentes marcas de huellas y compararlas con las que se encuentran ya almacenadas en la memoria para poder confirmar si una persona está autorizada para acceder a un espacio.
Utilizar el control de acceso biométrico por medio de las huellas dactilares es tan sencillo de utilizar como solo colocar el dedo sobre el sensor dactilar para que pueda detectar la huella y compararlas con aquellas que ya están registradas.