En Filipinas, las comunidades rurales han dejado de utilizar velas y lámparas de baterías para empezar a utilizar lámparas que sólo funcionan con agua salada, este proyecto se llama SALt y tiene la intención de llegar a las comunidades que más lo necesiten y que no cuenten con los recursos necesarios para tener energía eléctrica, pero que si cuenten con los recursos de agua y sal; esto además de beneficiar a las comunidades también es una manera de cuidar al medio ambiente.
El lema de SALt es “Esto no es sólo un producto. Es un movimiento social”.
Aisa y Raphael Mijeno son los filipinos creadores de SALt, está lámpara sólo necesita un vaso de agua y dos cucharadas de sal (cloruro de sodio), o también agua de mar, para poder funcionar durante 8 horas.
El nombre del dispositivo es SALt (por sus siglas en inglés Sustainable Alternative Lighting, y se traduce al español como ‘Iluminación Sustentable Alternativa’). Para está lámpara se utiliza tecnología de celdas galvánicas, pero en lugar de usar electrolitos se emplea cloruro de sodio.
La idea surgió como respuesta al problema que aqueja a 7.000 islas en Filipinas, donde la única solución era utilizar lámparas de queroseno y a largo plazo ello podría tener un impacto negativo en el medio ambiente, sin mencionar el peligro que estas representan.
Las lámparas de sal también tienen la capacidad de cargar celulares y otros dispositivos, esto hace que crea más ventajas para utilizarla.